El Programa Educación y Memoria organizò una jornada pedagógica en el IES Juan B. Justo,
para los alumnos y las alumnas de 4ª y 5ª año del nivel medio, con la Dra. Carmen Burgos
en el marco del “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”.
El Decreto
Presidencial 1584/2010 permitió en nuestro país
cambiar la denominación del Día de la Raza por
el de “Día del Respeto a la Diversidad
Cultural”, dando de este modo lugar a una de las
tantas peticiones que los representantes de los
pueblos indígenas realizan en pos de ser
reconocidos como parte activa de nuestra
sociedad. El decreto enuncia: “de este modo se
dota a dicha fecha, de un significado acorde al
valor que asigna nuestra Constitución Nacional y
diversos tratados y declaraciones de derechos
humanos a la diversidad étnica y cultural de
todos los pueblos”.
En este contexto es que el Programa Educación y Memoria junto con el Instituto de Enseñanza Superior “Juan B. Justo” del barrio porteño de Villa del Parque recibieron a la Dra. Carmen Burgos para tener una charla-debate con los estudiantes de cuarto y quinto año.
Las autoridades de la escuela, Lic. Laura Pitluk y Prof. Marta Acosta, dieron la bienvenida a la invitada y agradecieron al coordinador del Programa Educación y Memoria, Claudio Altamirano, por generar esta actividad en la cual los alumnos y las alumnas tuvieron la posibilidad de escuchar a Carmen y de participar con sus preguntas y opiniones.
Para dar inicio a la jornada, el profesor
Altamirano se dirigió a los estudiantes: ”Como
programa del Estado que tiene entre sus
objetivos llevar adelante proyectos para
recuperar la memoria de nuestro pasado
reciente, defender los derechos de niños,
niñas y adolescentes, y los derechos humanos
en general, es que hoy nos centramos en la
fecha en la cual hablamos sobre la diversidad
cultural, y qué mejor que ustedes puedan
conversar con Carmen, una compañera que por su
trayectoria es referente en la materia.
Nuestro deseo es que ustedes sean
protagonistas de sus aprendizajes, que puedan
preguntar y participar y entre todos construir
la memoria de nuestro pasado”.
A continuación Carmen Burgos comenzó con su participación: “Yo soy Carmen Burgos. Soy coya de La Quiaca, provincia de Jujuy. Cuando terminé la secundaria vine a Buenos Aires a estudiar Derecho y a comenzar mi militancia por la causa de los pueblos indígenas. No fue fácil. Nuestra identidad es importante, saber quiénes somos, de dónde venimos, a qué pueblo pertenecían nuestros ancestros. Cuando éramos chicos y estudiábamos el día de la raza, poco se hablaba de qué pasó con los pueblos indígenas. Los textos escolares mencionaban a los incas, los aztecas y los mayas. Sin embargo, en nuestro país somos treinta y dos los pueblos reconocidos por el estado. En mi comunidad todos éramos iguales y yo no me sentía diferente, esto cambió cuando vine a Buenos Aires. Esta ciudad, tan grande, debe trabajar necesariamente sobre la diversidad cultural, porque aquí se condensa el grueso de la migración interna y todas las comunidades estamos presentes, sin embargo no nos vemos, estamos invisibilizados”.
A continuación Carmen Burgos comenzó con su participación: “Yo soy Carmen Burgos. Soy coya de La Quiaca, provincia de Jujuy. Cuando terminé la secundaria vine a Buenos Aires a estudiar Derecho y a comenzar mi militancia por la causa de los pueblos indígenas. No fue fácil. Nuestra identidad es importante, saber quiénes somos, de dónde venimos, a qué pueblo pertenecían nuestros ancestros. Cuando éramos chicos y estudiábamos el día de la raza, poco se hablaba de qué pasó con los pueblos indígenas. Los textos escolares mencionaban a los incas, los aztecas y los mayas. Sin embargo, en nuestro país somos treinta y dos los pueblos reconocidos por el estado. En mi comunidad todos éramos iguales y yo no me sentía diferente, esto cambió cuando vine a Buenos Aires. Esta ciudad, tan grande, debe trabajar necesariamente sobre la diversidad cultural, porque aquí se condensa el grueso de la migración interna y todas las comunidades estamos presentes, sin embargo no nos vemos, estamos invisibilizados”.
Invitando a participar a los estudiantes, Carmen
preguntó por qué creían que se había cambiado de
denominación para esta fecha, si consideraban
que era necesario o sólo era una acción
políticamente correcta. Los alumnos respondieron
que había sido para evitar relacionarlo con el
racismo y con actitudes discriminatorias. Carmen
prosiguió: “En realidad, el día de la raza
se estudiaba como la llegada de la
civilización, de lo mejor, en los discursos
construidos el indio era el salvaje y lo bueno
venía de afuera. Ese estereotipo llega al día
de hoy. La manera de referenciar a los pueblos
originarios es desde ese lugar, lejos del
parámetro de normalidad. Lo “normal” para el
estereotipo es ser blanco, varón, alto, flaco,
católico, etc, etc, y todo lo que sea
contrario a este modelo es anormal, y como tal
debe ser excluido. Esto lo sufrimos nosotros,
los pueblos indígenas y cualquiera
perteneciente a las mal llamadas minorías,
como por ejemplo, los afrodescendientes. Estos
colectivos son así invisibilizados, y negadas
sus identidades. Por ejemplo, en la
recordación de nuestras fechas históricas, 25
de mayo, 9 de julio, nunca se menciona la
participación de los pueblos originarios.
Recién hace dos años, la presidenta de la
Nación mencionó que el Acta de la
Independencia fue firmada por representantes
de los pueblos indígenas. ¿Y esto por qué?
Porque formó parte de la negación que hizo el
estado sobre nuestros pueblos. Otro ejemplo es
la llamada Conquista del Desierto, ¿qué opinan
de esto?”.
A partir del intercambio con los estudiantes,
algunos opinaron que el objetivo de la campaña
fue quitar tierras y exterminar a los
pobladores, otros dijeron que se llamó campaña
del desierto como un modo de hacer ver que no
había nadie allí, eran tierras desiertas. Carmen
agradeció la labor de los docentes quiénes
trabajan para enseñar el respeto a la
diversidad, y que esta enseñanza no debe
vincularse con una fecha en particular, sino
trabajarse todo el año.
Para proseguir con la charla, Carmen contó cuán difíciles fueron sus primeros años en Buenos Aires, conseguir trabajo y sostener sus estudios universitarios, cuando los estereotipos y los parámetros de normalidad hacen que se acreciente el racismo y la discriminación. Actualmente, además de las tareas que desarrolla en el INADI, la Dra. Burgos es integrante del Proyecto Indígenas-Universidad del Programa de Voluntariado Universitario del Ministerio de Educación de la Nación. Desde allí desean instalar dentro de las políticas universitarias que se tenga en cuenta la diversidad indígena, que se contemplen sus identidades y que logren tener representación dentro de la universidad.
Evocando actividades compartidas con el Programa
Educación y Memoria acerca de los genocidios,
Carmen Burgos refirió que el genocidio de los
pueblos indígenas cobró unos sesenta millones de
víctimas desde la época de la conquista hasta
nuestros días. Pidió a los estudiantes que
reflexionen y se comprometan participando, pues
no se deben naturalizar hechos de violencia y
privación de derechos contra ningún colectivo.
Para cerrar la jornada el profesor Altamirano
expresó: “Este espacio es valioso dentro de
la escuela porque es donde nos permitimos
escuchar las voces que han sido acalladas. Es
importante para su formación como seres
humanos que la escuela les permita estas
actividades donde participando, opinando y
escuchando otras voces ustedes construyan
memoria, pero también juicio crítico,
reflexión y compromiso”.
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